Radiculares

Qué es un enraizante líquido y para qué sirve

Un enraizante líquido es un bioestimulante especializado en favorecer la formación de nuevas raíces y la regeneración del sistema radicular. Su uso es clave en las primeras fases del cultivo, tras trasplantes o en momentos de estrés, ya que impulsa la emisión de pelos radiculares y mejora la absorción de agua y nutrientes.

Este tipo de productos, también conocidos como fertilizantes para enraizar o líquidos de enraizamiento, actúan directamente sobre los tejidos meristemáticos de la raíz, estimulando la división celular y el crecimiento uniforme. Gracias a su formulación líquida, son fácilmente aplicables por vía radicular o fertirrigación, lo que garantiza una rápida respuesta fisiológica.

Ventajas agronómicas de los fertilizantes radiculares

Los fertilizantes radiculares no solo ayudan a generar nuevas raíces, sino que también mejoran la estructura y eficiencia del sistema radicular existente.

Sus beneficios más destacados incluyen:

  • Aumento de la densidad y longitud de las raíces.
  • Estimulación de los pelos radiculares, responsables de la absorción de nutrientes.
  • Mejor anclaje al suelo, especialmente en cultivos jóvenes o trasplantados.
  • Recuperación rápida tras estrés hídrico, salino o mecánico.
  • Mayor interacción con microorganismos beneficiosos del suelo, mejorando la fertilidad natural.
  • Incremento de la eficiencia del abonado, al optimizar la absorción de nutrientes esenciales (N, P, K, Ca, Mg, micronutrientes).

Los abonos radiculares modernos combinan extractos vegetales, aminoácidos y compuestos orgánicos naturales que actúan como inductores fisiológicos, promoviendo un crecimiento equilibrado desde la base de la planta.

Aplicación radicular: cómo y cuándo usar un enraizante líquido

La aplicación radicular puede realizarse por fertirrigación, riego localizado o incluso vía foliar en fases tempranas. Los momentos más recomendados son:

  • Tras la siembra o trasplante, para favorecer el establecimiento del cultivo.
  • En fases de crecimiento vegetativo, cuando aumenta la demanda de nutrientes.
  • Después de podas o tratamientos intensivos, para estimular la regeneración de raíces.

La frecuencia y dosis deben adaptarse al tipo de suelo, cultivo y condiciones climáticas. En general, su uso continuo durante las primeras etapas del ciclo asegura un desarrollo radicular vigoroso y uniforme.

Productos ARTAL para el enraizamiento y la protección radicular

En ARTAL, desarrollamos enraizantes líquidos y bioestimulantes radiculares formulados con tecnología avanzada para optimizar el crecimiento y la salud del sistema radicular.

Entre nuestras soluciones destacan:

  • Enraizal → Booster de enraizamiento con aminoácidos y extractos vegetales que promueven la división celular y el crecimiento de raíces jóvenes.
  • Nemartal → Inductor radicular y protector natural del sistema radicular, con acción bioestimulante y efecto nematostático, compatible con programas de agricultura ecológica.

Ambos productos actúan sinérgicamente para favorecer un sistema radicular fuerte, activo y saludable, aumentando la eficiencia del cultivo y su resistencia a condiciones adversas.

Cultivos y fases donde el enraizamiento es clave

Los enraizantes líquidos son aplicables en todo tipo de cultivos:

  • Hortícolas (tomate, pimiento, lechuga, fresa): facilitan el arraigo tras el trasplante.
  • Frutales y cítricos: mejoran la absorción de calcio, magnesio y micronutrientes.
  • Viveros y esquejes: estimulan el enraizamiento inicial y aseguran una implantación uniforme.
  • Cultivos leñosos y ornamentales: refuerzan la vitalidad y resistencia ante sequías o suelos compactados.

El resultado son plantas más vigorosas, con raíces activas y mejor capacidad de nutrición durante todo el ciclo vegetativo.

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