La maduración es una de las etapas más determinantes en la rentabilidad de un cultivo. Durante este proceso, los frutos acumulan azúcares, minerales y pigmentos que definen su peso, sabor, color y firmeza.
Un manejo nutricional inadecuado en esta fase puede traducirse en frutos de menor tamaño o calidad, afectando la producción y el valor comercial.
El engorde de frutos depende especialmente del equilibrio entre potasio, calcio y otros micronutrientes que intervienen en la translocación de carbohidratos, la división celular y la resistencia de la piel o pulpa.
Por ello, el uso de fertilizantes específicos para maduración es fundamental para garantizar cosechas uniformes y de alta calidad.
Los fertilizantes para engorde de frutos están formulados para potenciar el desarrollo final del fruto y mejorar su calidad organoléptica. Su acción combina nutrientes esenciales con bioestimulantes que optimizan el metabolismo vegetal.
Entre sus principales beneficios destacan:
Estos productos actúan de forma natural sobre los procesos fisiológicos de la planta, permitiendo un engorde progresivo y seguro en cultivos como uva, tomate, cítricos, melón o frutales.
El potasio (K⁺) es el elemento clave en esta fase. Participa en la síntesis de azúcares, pigmentos y compuestos aromáticos, además de mejorar la turgencia del fruto.
Fertilizantes como Mobile-K aportan potasio de alta movilidad, favoreciendo una coloración homogénea y una maduración equilibrada, incluso en condiciones de estrés hídrico o salino.
Los bioestimulantes como ArtalMax Fruit o PROD activan los procesos naturales de crecimiento celular y acumulación de azúcares, sin recurrir a reguladores hormonales.
Su uso continuado mejora el tamaño del fruto y su coloración final, respetando la fisiología de la planta y los estándares de producción sostenible y residuo cero.
La aplicación de estos fertilizantes debe realizarse en la fase final del desarrollo del fruto, cuando la planta demanda un aporte extra de energía y nutrientes móviles.
Pueden integrarse tanto en programas de fertirrigación como en tratamientos foliares, adaptando la estrategia según el cultivo y el estado fenológico.
En el caso de uva o frutales de exportación, se recomienda reforzar la nutrición potásica y cálcica para mejorar la firmeza, el brillo y la vida útil del fruto tras la cosecha.
ARTAL dispone de una gama de productos específicos diseñados para esta fase crítica:
En conjunto, forman un programa integral de maduración, que mejora el rendimiento, la calidad comercial y la rentabilidad del cultivo.